lunes, 13 de octubre de 2008

LUCHA DE LA MÚSICA CHILENA POR TRATO EQUITATIVO Y DIGNO

No es nada del otro mundo darse cuenta del rol importante de la música en las personas. En un análisis muy general, al saber qué escucha la otra persona podemos tener impresiones sobre ella, desde su personalidad hasta su pensamiento, aunque claramente es un reduccionismo; podemos establecer esteriotipos si nos quedamos en esa mirada simplista. Pero igual es una buena ayuda.
Esto de la música obviamente se aplica también a la hecha por nuestros artistas, la tan rica y variada música chilena, la misma que ha acompañado y acompaña a la Nación es su historia, la misma que nos refleja. Lo normal sería, teniendo presentes estas características, que nuestra música sea apoyada por todos los medios posibles, como ocurre en otros países. Cítese ejemplo de esto último a México, que pese a que todos los factores que se encuentra expuesto (cercanía a EE.UU., foco de atracción de artistas, etc.), da un apoyo real a los artistas, ya sea con normativas de presencia en eventos y medios de comunicación hasta beneficios económicos. Como toda buena medida, existen retractores, quienes dicen que en un mundo globalizado como el de hoy esas “medidas proteccionistas” son anacrónicas y que hay que dejar por ende la cultura bajo el imperio del libre mercado y el libre intercambio.
Lamentablemente para estos detractores, el argumento dado es inválido. Estoy de acuerdo con que el mundo actual no es el mismo de la década de nuestros padres y abuelos y estoy conciente de los beneficios que trae esta a la cultura. Pero les debo recordar que es más importante aún mantener nuestras identidades, tradiciones y manifestaciones patrias, pues un país sin identidad propia está condenado a la degradación y al imperialismo cultural. Y es necesario usar “medidas proteccionistas”, pues lamentablemente la gran mayoría de la gente se deja llevar por lo que dice la cultura de masas, lo que es aprovechado por el imperialismo cultural para imponer sus anticulturas y destruir claramente las identidades nacionales de las que debemos sentirnos muy orgullosos. Y usar estas medidas proteccionistas no destruye el libre intercambio cultural; vuelvo a citar el caso de México que posee estas “medidas proteccionistas”, pero sin duda es un lugar muy interesante para llevar la música a otros lados (de hecho, muchos chilenos se han erradicado en el país azteca por su condición de plataforma cultural, principalmente a los Estados Unidos).
Por desgracias Chile no es muy patriota en lo que respecta a su música, y en general, con sus manifestaciones culturales. Comparados con otros países escuchamos muy poca música hecha por los artistas y bandas chilenas. Aquí, los cerdos imperialistas han impuesto su dictadura al dejar todo tan libre, pero entendiendo libertad como libertinaje. No hay muchas, casi ninguna medida de apoyo a los músicos chilenos, como mayor protección o estándares mínimo de difusión. Lo más horroroso aún, que el imperialismo cultural ha degradado la identidad cultural de Chile. Un ejemplo de esto; la innegable preferencia del regueton, esa escoria subcultural que se impone en fiestas, medios de comunicación, y lo que es un corolario, el cataclismo de las “tribus urbanas”. El otro día me dio literalmente vergüenza de que en Europa consideren a los pokemones de Chile como símbolo de la liberación de la sociedad posterior a la dictadura militar de Augusto Pinochet. Aunque es verdad que Chile es más libre que en esos tiempos, ¿me van a decir acaso de que unos malditos parásitos que piensan en libertinaje y que se apoderan de espacios de un modo atropellador es libertad? Es como dijéramos que una dictadura es una democracia. Pues no lo es. Ese “símbolo de liberación” es nada más ni nada menos que el imperialismo y una manifestación más de la decadencia nacional que los chilenos comunes debemos hacer frente, no copiando sus propósitos y métodos de imperialismo y atropello, sino librar una batalla por equidad cultural y trato justo.
Para acentuar aún más este verdadero calvario, me doy cuenta de que nuestras autoridades han guardado silencio y no hace nada por la cultura. Y las acusaciones van y vienen, que casi nadie se salva. Por razones de espacio haré un minicatastro desde la dictadura hasta hoy. El régimen dictatorial de Augusto Pinochet es recordado por las atrocidades cometidas en materia de Derechos Humanos. Pero hubo otra gran barbaridad. La dictadura militar no fomentó ni apoyó el desarrollo cultural, ya sea por intereses ideológicos, económicos, etc., o simplemente, por ignorancia y/o deseo de destruir el espíritu cultural (y tanto que hablaban en nombre de la patria). Desde ahí la gente empezó a importar aspectos de otras culturas, trayendo sin embargo escondido el germen del imperialismo cultural; se habla de hecho que la “generación de la dictadura estuvo bajo apagón cultural”, término introducido por esas generaciones. Por su parte, los gobiernos de la Concertación no realizan muchos actos en esta materia y mantienen desprotegida a la cultura. Pese a que no hay que sorprenderse mucho de esto, pues la Concertación se queda mayormente en las puras promesas que cumple a medias o simplemente las deja en el papel, siendo ingratos con su electorado, por el puro hecho de eternizarse en el poder; pero encuentro que es bastante caradura y repudiable que no apoye a los artistas, pues estos han ocupado un lugar importante en las campañas, especialmente presidenciales. Ejemplos hay hartos, pero citaré el caso de la última elección presidencial. Michelle Bachelet fue muy apoyada por artistas nacionales, como por ejemplo Saiko o Los Tres, por hacer mención. Pues bien, hoy su gobierno ha realizado pecado de omisión al no pronunciarse sobre la crisis cultural chilena y pecado de obra al avalar disposiciones legales que van en detrimento de nuestros artistas, incluso a espaldas de ellos. Y la derecha política, el mismo pecado de omisión al igual que la Concertación, destacar como ejemplo el caso del Diario de Eva o Yingo, muestras de escoria cultural perteneciente a Chilevisión, propiedad nada más ni nada menos que de Sebastián Piñera, candidato a la Presidencia de la República por la Alianza por Chile, lo que demuestra su tendencia horrorosa por seguir fomentando la basura en detrimento de la cultura chilena. En conclusión, nuestros políticos, de izquierda y derecha, que deberían velar por el bien común de la Nación (entre ese bien común, el cultural) han abandonado sus deberes, con omisiones y acciones que destruyen la cultura chilena y dan pie al asentamiento del imperialismo cultural, lo cual sin duda genera desilusiones en la gente. Pero hay que aclarar que no hay que generalizar, pues quedan algunos con conciencia y sentido común, y hasta hay personas de la comunidad de la música chilena que han entrado a esas arenas, por lo que aún hay esperanzas en ese terreno.
Hasta ahora se ve que Chile va hacia el abismo con pesimismo. Pero hay todavía porque alegrarse. Aunque el imperialismo cultural ha avanzado, lamentablemente para su dictadura, no ha logrado destruir a las personas que valoran, difunden y defienden las manifestaciones culturales chilenas (entre las que me incluyo). En el caso de la Música Chilena, lamentablemente para los cerdos, imperialistas y vendidos, el movimiento está más vivo que nunca. O mejor dicho; los movimientos, pues no es una línea monista. De hecho, cada día surgen más artistas, los ya existentes se desarrollan, aparecen medios de apoyo y los seguidores de la música chilena escuchan y difunden, además de organizar grupos de apoyo, sean fansclubes, comunidades o pactos. Una pluralidad de opiniones, manifestaciones e intereses hacia un fin común; el de valorar y difundir lo chileno sea como sea, incluso defendiendo las posturas de los atropellos culturales. Cítese como ejemplos la iniciativa del “Trato Justo a los Artistas Chilenos” (iniciativa popular en contra de reformar la Ley de Propiedad Intelectual, pues hacer esto perjudica a los artistas) o “La Protesta de los Fotologs de Febrero 2008”(en la cual un seguidor de la música chilena de Rancagua protesta en su fotolog con una imagen que rezaba “Chileno: CHV y Piñera Mienten” debido a declaraciones efectuadas por integrantes de Yingo a fines de Febrero de 2008, que hablaban dolosamente del carácter “politizado y dictatorial de la música chilena”; movimiento extendido desde Rancagua a todo el país y que fue bajado gracias al consejo y mediación de medios de comunicación pro Chile). En síntesis y para agregar datos; contra vientos y mareas la cultura chilena sigue más viva que nunca e incluso, hoy, gracias a la acción decidida de la comunidad de la música chilena y la toma de conciencia de la gente, se han ganado y/o recuperado espacios y hay mayor valoración del patrimonio cultural. Qué mejor ejemplo de esta revaloración que las Fiestas Patrias de 2008, en la cual la música chilena recuperó espacio en las fondas frente a la dictadura del regueton. No se ha ganado la guerra, pero ha avanzado la democracia, el pluralismo, la libertad y la equidad cultural.
Queda más que claro que se requieren medidas urgentes para proteger el patrimonio artístico chileno para así restaurar el orgullo por nuestra identidad y país. En los siguientes párrafos me referiré a algunas posibles medidas para apoyar la música chilena (me refiero a la música chilena por ser ésta el área en que me encuentro muy ligado como seguidor y dueño de este espacio de opinión):
- Un estándar obligatorio de música chilena en todas las radios de mínimo un 50%. Este estándar es el símbolo de la equidad cultural, ya que permite el pluralismo entre la música chilena y la extranjera y sus respectivos géneros, sin atropello. Es necesario aclarar que la materia del género quedará a libre disposición del Mass Media (obviamente que en una radio ochentena no van a tocar música del siglo XXI), pero que debe cumplirse la paridad entre chileno y extranjero.
- Trato digno en eventos importantes y/o que representen al país al mundo, de forma que esté garantizado el despliegue cultural nacional. Suena un poco enredado y ambiguo, mas un ejemplo ayudará. Actualmente el Festival de Viña del Mar permite verdaderos conciertos de los artistas extranjeros, en detrimento de los chilenos que quedan al final expuestos a muchos vicios, como baja de público y de cobertura. Situación subsanable si se pone a los chilenos al inicio del programa o se instaura un día exclusivo para los chilenos.
- Más iniciativas y presupuestos en cultura por parte del Estado, el Ministerio de Cultura, entes que protejan a los artistas y sus derechos y quienes resulten competentes para difundir mejor la actividad artística, apoyando la grabación de materiales de las bandas (incluso con subvenciones), actividades artísticas, difusión y, “descentralizar la cultura” para que llegue a todo Chile (hay tanto talentos en las provincias y concentración cultural en Santiago que es hora de que las regiones sean polos de desarrollo cultural)
-Mayor protección de los artistas como personas, ya que no hay que olvidarse que son personas con necesidades, con disposiciones que realmente los favorezcan y no permitan el enriquecimiento injustificado y abusos de poderes fácticos de empresas, personas, etc.
- Transparencia en la toma de decisiones y gestación de proyectos a nivel de autoridades, de forma que se protejan los intereses de los principales involucrados para evitar violaciones de sus derechos, crisis culturales y aprovechamientos circunstanciales de inescrupulosos y traidores.
-En materia de los seguidores, mantener la independencia de los grupos de apoyo de poderes y entes que puedan realizar interferencia, tanto presenciales, semipresenciales o a distancia, pero no obstante, establecer una red de intercambio y cooperación entre todos, apoyando la música chilena desde sus seguidores.
- Disposiciones que limiten el poder a veces abusivo, de los sellos musicales, para evitar su consolidación como posición dominante y dispongan de los artistas por simple antojo. Hay que recordarle a los entes del “mercado de la música” que son los sellos los que necesitan a los artistas, no al revés.

Debo reconocer que lo propuesto por mí, si bien busca abarcar muchos ámbitos, no es perfecto. Es un humilde granito de arena. Pero si sumamos los granitos de arena, haremos una montaña. Tengo la convicción de que cada uno, ya sea individual o colectivamente tiene mucho que aportar, prueba de la riqueza de la comunidad de la música chilena. El movimiento cultural está más activo que nunca; ninguna dictadura, ningún oportunista ni pseudo democracia ni cuasipluralismo nos callará; aunque sólo uno valore la música chilena, el movimiento vivirá; de nosotros depende. No se trata de ser monista, estoy conciente de que la música de otros países es buena, de la pluralidad de gusto y que puede haber compatibilidad entre chilenos y extranjeros. No negaré que escucho música extranjera, pero que me encanta la música chilena, siendo mi favorita. Ahora, los medios para exigir el pluralismo cultural son muchos; desde organizarse e intercambiar información a nivel de artistas y/o fans, coordinando acciones comunes hasta movilizaciones, petitorios y protestas culturales. Tenemos la fuerza y la convicción, sólo falta tiempo. Tiempo para devolver a las manifestaciones patrias el lugar que se merece. Tiempo para acabar con el imperialismo, los inescrupulosos y los traidores. Tiempo para el pluralismo. Tiempo para un futuro cultural mejor. Por ahora a unirnos y a trabajar por la música y la cultura chilena. ¡Viva Chile! ¡Viva la música chilena!

Nikos bunker
Por la Música Chilena

17 comentarios:

Anónimo dijo...

mm.. tienes tooa la razon nikos...

hay ke movilizarce yaaaaaa..!!

hay ke pedir mas musica chilena...

hay ke exigir trato justo...

hay ke cambiar la basura de pais ke tenemos ke apoya la mierda del extrajero dejando a nuestros artistas chilenos sin ligares donde difundir su arte...

ta weno tu articulo..!!

a difundirlo nu mas..

Thamara Scarlette dijo...

En toda la razon contigo niko,pero ¿sabes? igual encuentro que ,aunque es menor,el explosivo aumento de bandas chilenas de acuerdo a lo que habia antes,terminando los 90' , es muchisimo mayor.Ahora ,hay más bandas que público.A mi parecer no es cosa de apoyo o no,que obviamente falta , es mas bién un cambio en el chip de las personas.En mi caso escucho onda 50% de música chilena ,o algo menos, aunque no soy una antipatriota de porquería,pero va por cada persona de escuchar o no,medios hay muchísimos hoy en día.Es otro cambio y no tiene que ver ,para mi,con las cifras que se apoyen.Es verdad,hay invasion de la moda y todo,pero insisto,yo creo que es más por lo que piense y quiera cada uno .
En fin. Buen escrito.Saludos

Anónimo dijo...

Me parece demasiado exagerado de tu parte decir que deberia haber 50% de música chilena en todas las estaciones de radio, hablas contra la dictadura, pero eso me parece muy dictatorial de tu parte, es poco menos que exigirles.

Además, te quejas contra el Reggaeton y las tribus urbanas, o sea, no puedes andar pidiendo respeto y ayuda hacia (lo que tú llamas) cultura chilena, y criticar al resto, como dice el dicho "Vive y deja vivir", clave importante, respeta al resto y así recibiras respeto.

Lo otro, la cultura es todo, Yingo es cultura, El Diario de Eva es cultura, el Reggaeton es cultura, las tribus urbanas son cultura, TODO es cultura, no puedes sacarlos de lado solamente porque peinsas diferente.

Lo que sí rescato Y MUCHO de tu artículo, es el hecho de descentralizar la cultura, pero no sólo la cultura, la economía, la sociedad, TODO, Chile es un país demasiado centralizado y hay que cambiar eso.

Y eso es todo lo que puedo decir sobre tu artículo.

Mi humilde opinión...

Anónimo dijo...

Pues yo discrepo con el de arriba. Claro, hablan de que el 50% de música chilena es dictatorial, pero si ese 50% fuera regueton, dirian que es super democratico. Además, esa misma gente que alega contra el 50% de musica chilena no dice nada por el 90% de regueton que de facto hay en radios.
Y eso de dejar vivir al resto no es tan así, porque las tribus urbanas se caracterizan por no tener respeto, pues te pasan pidiendo plata e incluso asesinan a gente.
Y no van a decir que Yingo y otras mierdas así son culturas pues ¿como son tan deplorables para andar mostrando decadencia?¿qué ejemplos quieren dar?
Eso si, encuentor que radicarlizar el movimiento es un tanto peligroso, pues pueden ganar tanto como perderlo todo. Un poco de mesura, y cuidado con los polìticos que la lista dada no es para nada inofensiva.
Pero en sintesis, es muy bueno el artículo, sigue así!

Ronymaru dijo...

Hola Noko, En fin, me imagino que vas a tener que cumplir con tu apuesta y salir a celebrar con Copano. Saludos desde Millarai Machè.

Anónimo dijo...

Para responder a lo que dijo "anónimo", tu supuesto 90% de reggaeton, no es dictatorial, nada obliga a las radios a poner reggaeton, ellos lo ponen porque es popular y así más gente escucha...

En cambio el 50% que dice el señor Nikos Bunker, es impuesto, o sea, los estás obligando a poner 50% de música chilena en las radios...énfasis en obligando...

¿Y quién alega contra la música chilena?...no sé de quienes hablas.

Y eso de que te piden plata y asesinan gente, déjame decirte, pasaba DESDE ANTES que existieran las tribus urbanas. ¿qué clase de argumento es ese?.

Ahora, lo que eso no es cultura...habria que ver la definición de cultura...que seria, según la RAE

"Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc."

Me parece que todos los ejemplos nombrados forman parte de alguna cultura.

No necesariamente tienen que dar un ejemplo para ser cultura.

Bueno, eso era para refutar el comentario anónimo, anda que ver con el post del blog.

Anónimo dijo...

me agrado el articulo, hay países que apoyan a sus bandas, al cine, etc., pero chile en cambio no apoya a nada de esto y para que un grupo sea famoso debe salir de el país ya que es caro hacer música aquí, yo tengo un amigo que estuvo harto tiempo con un grupo, y te puedo decir que nunca se hicieron muy famosos, pero se fue a mexico y te puedo decir, que es muy diferente.
Y para empezar a que la gente se de cuenta de las bandas que nos estamos perdiendo es dificil, te puedo decir que es un porcentaje muy pequeño.
Quizas si mas personas leyeran el articulo se darian cuenta que en años anteriores (los 80) uno valoraba lo nacional, y muchos grupos son historia.
Y sobre el cine que es cosa aparte me gustaria opinar, ojala dieran mas oportunidades a directores y guionistas que tienen ideas muy buenas de como hacer crecer el cine chileno y que no toda la gente diga que es puro sexo ojala nos dieran la oportunidad.
bueno me despido
buen articulo
flo =)

Unknown dijo...

espacios kmo en la rocka o en la uno son necesarios pa la musica chilena
el regeton es una mierda
t scuxo los martes en la grua, y tenis razon

+ ROCK CHILENO!!!

Anónimo dijo...

Vamos a decir que no a la dictadura.
Vamos a decir que no!
Con la fuerza musical.
Vamos a decir que no!
Todos juntos a triunfar!
Vamos a decir que no
por la cultura y la justicia!

Niko Bunker Presidente de Chile

Anónimo dijo...

La Voz de la Música Chilena, un nombre muy potente, felictaciones por el sitio y dejame decir que tus ideas son muy buenas!

Anónimo dijo...

Ta la raja el sitio, dices la verdad, aunque les duela a algunos y no te da miedo nada, no te importa el que diran. Que buena, lo que le hace falta a Chile, se merece una estatua frente a La Moneda o en algún lugar destacado.
Sigue así!!
Saludos desde el sur

CARLONXOBUNKERO dijo...

hola nikos!!
soy el carlonxobunkero
bueno me parecio muy bueno tu articulo cada ves ke leo este blog me da mas fuerza para poder seguir defendiendo y difundiendo el rock nacional
cada dia veo mas personas ke se venden a este imperialismo askeroso y cantan y bailan al son del regeeton +o(
y cuando hablo con ellos y les digo ke me gusta el rock chileno lo insultan y todo pero jamas ni aunke me torturen me vendere a ese imperialismo
pero si keremos hacer ke el gobierno se de cuenta de ke tiene ke defender lo nuestro vamos a tener ke movilizarnos y protestar asi ke llamo a todos los ke pasan por este blog a ke marchemos por la moneda pidiendo trato digno de la musica chilena!!!
cuidate
arriba el rock chileno!!!
chaoooooooooooooooooooo

Anónimo dijo...

MUCHAS PALABRAS Y POCO CONTENIDO,
HABLAS MUCHO Y DICES POCO, DEBERIAS ESTUDIAR UN POCO MAS DE ORATORIA
PERO NO ES BUEN COMENTARISTA EL QUE HABLA MUCHO(O ESCRIBE), SINO ES EL APORTE O MENSAJE QUE QUIERE ENTREGAR EN EL TEXTO CITADO.

Nicolás Cayo Márquez dijo...

En realidad debo reconocer que el artículo es muy largo, pero está todo lo que queria decir!

Anónimo dijo...

Excelente articulo ....
En este pais de mierda deberiamos
siempre apoyar la musica chilena
es buena de calidad ...
Aprendamos a elegir lo nacional basta de reggaeton basta de basuras en las radios q solo llaman a la violencia , ofenden a las mujeres basta ... queremos cambios claros ..keremos musica chilena en las radios

Grande niKO fuerza compañero
Somos jovenes y de nosotros depende los cambios !!!!

Saluds

nicolás gonzález ortiz. dijo...

si, es verdad que aqui no se valora mucho la música chilena.. pero mas que eso yo diría que la gente sobrevalora la musica de hablainglesa, siempre se llenan la boca con que hay que apoyar al artista chileno, pero que pasa con la musica de perú o la misma argentina? Yo creo que el problema está en los canales de difucion con los que la gente se informa musicalmente. Las radios se cagan por apostar en artistas locales, y mucho menos darian por alguien de colombia o venezuela.
El mismo Vive Latino es un ejemplo; un megaconcierto con artistas de potente magnitud e innegable talento, una produccion a grande escala, pero sin embargo son puros nombres desconocidos.
No se, opino de que deveriamos romper la brecha de los prejuicios sobre la música y dejar de sobrevalorar al artista gringo del mtv mas que motivar a la gente a que escuche musica chilena simplemente por ser chilena.

nicolás gonzález ortiz. dijo...

y el 50% de musica chilena en las radios es realmente una locura, imaginate de cuantas bandas extrangeras nos estariamos privando por el simple hecho de dar preferencia a lo nacional. Parece de dictadura esa wea, hace ratito ya que se dejó eso de requisar lo que venia de afuera.